miércoles, 30 de mayo de 2007

Fuí pentecostal por 23 años... No pude mirar la verdad sin abrazarla

Mi testimonio es un caminar en la Biblia y un profundizar sobre lo que creian los cristianos de los primeros siglos. Lo que encontré fue un 'choque' para mi:

¿Cómo podemos resistirnos a la verdad cuando la vemos de frente?
¿Cómo podemos rechazar a la Iglesia del Cordero cuando la descubrimos?
¿Cómo preferir iglesias fundadas por hombres y rechazar la fundada por Cristo mismo?


Personalmente, yo no pude. Yo no puedo mirar a la verdad sin abrazarla. Espero que al leer este testimonio Dios obre en ti, como lo hizo en mi.


Lo que más me impacto es que muchas de las cosas que discutíamos lo creyeron los primeros cristianos. O sea, que los cristianos que vivieron y compartieron con los apóstoles y que vivieron los próximos par de siglos creían lo mismo que la Iglesia Católica hoy en dia.


Antes era cristiano, ahora lo soy mucho más, fui Pentecostal por 23 años éste es parte mi testimonio.


Hola y Dios les bendiga a todos. Mi nombre es Juan Carlos Colón Moya. Nací y me crié en un hogar pentecostal, en Hatillo; Puerto Rico. En mi casa y en mi congregación (Iglesia de Dios Pentecostal, Movimiento Internacional del mismo barrio) aprendí muchas cosas acerca de Dios.


Mis padres siempre me instruyeron a que aprendiera más y más de la Biblia, y así lo hice. En varias ocasiones me encontré con personas de otras creencias y ellos me animaban a que me cambiara a su fe, sin embargo, como mi fe siempre se basó en Jesucristo y en la Biblia, nunca pudieron convencerme. Todo lo que me decían lo repasaba con la Biblia y encontraba en ella la paz de Dios al conocer la verdad.


En mi caminar con Dios mis actividades favoritas eran: ir a la iglesia cuantos días pudiera (en ocasiones 6 de 7, o hasta 7 días a la semana), evangelizar por las calles repartiendo tratados y visitando las casas, predicar desde alguna casa o en el templo, orar (muy importante), conocer la Biblia (Palabra de Dios), ayunar y acercarme más a Dios.


En mi escuela (Luis Meléndez Rodríguez del Bo. Campo Alegre, Hatillo, P.R.), en mi Universidad (Universidad de Puerto Rico, en Arecibo) y en mi barrio (Sector Cuchí I, Bo, Campo Alegre) trate de hacer lo que pude para servir a Dios y extender el evangelio a aquellos que no lo conocían, o a aquellos que estaban “errados” (ahora me doy cuenta de que no todos los que yo pensaba que estaban equivocados, realmente lo estaban).


Hasta hice mis propios tratados basados enteramente en la Biblia para que otras personas creyeran en Dios a través de ellos. Sobre todas las cosas y en todas ellas, luche por llevar a cabo mi propósito: Hacer la voluntad de Dios y agradarle a Él.


Buscando evangelizar, termine siendo evangelizado.


Hace unos días unos vecinos y amigos comenzaron a leer las Escrituras y estábamos convenciendo a un católico a que “se convirtiera al evangelio”. Pero aunque pensamos que lo estábamos logrando, nuestro amigo(Rey) sentía en su corazón que había algo que no estaba bien en lo que estaba haciendo.


Así que comenzó a investigar más a fondo lo que estaba escuchando (Que María tuvo más hijos, que los santos no pueden interceder por nosotros, que el papa es el anticristo, etc.). Comenzó con la primera y en su investigación encontró que nunca hubo razones para creer que María tuviera más hijos. Eso le sorprendió y pensó: “si la iglesia católica esta bien en un punto, y todas las otras iglesias están mal en ése, es muy posible que estén mal en otros puntos”.


Yo aun no me había convencido de eso, sin embargo no afirmaba que Maria tuviera más hijos pues sí había escudriñado el tema un poco.


Todo siguió de lo más normal hasta que mi amigo fue a un curso de "defensa de la fe" impartido por el hermano Martín Zavala, Misionero de la Palabra de Dios. Luego del primer día mi amigo me contó que la conferencia estuvo súper interesante.


Yo, en mi mayor deseo de ayudarlo a buscar a Dios sinceramente lo acompañé el segundo día del curso para escuchar la conferencia por el hermano Martín. Fui los próximos cuatro días, no porque no tuviera nada que hacer, sino porque desde el primer día que fui aprendí muchas cosas que me impactaron. Cosas que mi iglesia (Pentecostal M. I.) criticaba de la Iglesia Católica y que en realidad estábamos equivocados (los mismos temas que mencioné arriba: virginidad de María, el papa es el anticristo, confesarse con los hombres (sacerdote), las imágenes, etc.) (Leer pags. 15 a 47).


Y aunque todo esto me impresionó, lo que más me impacto es que muchas de las cosas que discutíamos lo creyeron los primeros cristianos. O sea, que los cristianos que vivieron y compartieron con los apóstoles y que vivieron los próximos par de siglos creía lo mismo que la iglesia Católica (y lo siguieron creyendo hasta el día de hoy). Y por “casualidad” creían muy diferente a lo que creía el concilio pentecostal al cual yo pertenecía.


Dediqué los próximos días a continuar mi investigación sobre algunos puntos en los que yo estaba aún batallando, pero uno a uno se fueron resolviendo. Cada día las enseñanzas de la iglesia Católica se hacen más razonables y entiendo más y más la fe de siempre. (Leer pags. 52 a 65)


De cristiano pentecostal a Cristiano Católico.

Cuando miro a las tantas críticas que le hice a los católicos me doy cuenta que los juzgué sin razón, pues yo nunca investigué si era cierto o no lo que la Iglesia decía. Simplemente creía “por fe” lo que me enseñaron en mi fe pentecostal.


Nunca, hasta hace poco tiempo, había comparado mis interpretaciones y mis creencias con las de la iglesia primitiva. Aquella Iglesia que siguió creyendo a Dios luego de los apóstoles. Aquella iglesia que Dios había dejado en este mundo para que fuera luz del mundo. Aquella única iglesia que seguiría al Cordero aún hasta la muerte. Aquella misma iglesia que Cristo le prometió que estaría con ellos hasta el fin (Mt 16:18; Mt 28:20). Aquella iglesia, a quienes yo llamaba (por ignorancia) idólatras, para mi sorpresa era la única iglesia que Cristo fundó y que ha permanecido desde los días de Jesucristo hasta el día de hoy: la Iglesia Católica. (Leer pags. 75 a 107)


Gracias le doy a Dios que me enseñó a ser un poco más responsable con mi salvación y a no creer ciegamente a lo que me decían los hombres, sino a buscar la verdad de forma sincera.


Sin embargo le digo siempre a mi Dios amado: “Lo que Tú crees es lo que quiero creer. No permitas que crea yo en otra cosa sino la que Tú, Dios Todopoderoso, crees.” Y sé que ese Dios maravilloso que me ha guardado toda mi vida, que me amó tanto y tanto que envió a Jesucristo al mundo a morir por mí, que me recibe con los brazos abiertos cada vez que voy a Él... sé que ese Dios maravilloso no me va a desamparar, como no lo hizo en ninguno de mis 23 años.


Antes era cristiano, ahora lo soy mucho más. Antes amaba a Dios, ahora lo sigo amando y siento un gozo maravilloso, pues ahora sí no sólo estoy acercándome a Dios, sino que cada día compruebo que la Iglesia Católica es la única que fue fundada por Jesús (a diferencia de todas las demás), y me consuela, enorgullece, y me inspira saber que soy parte de Ella. A Dios sea la gloria y honor por todos los siglos, Amén. (Leer pags. 112 a 126).


Mis planes son servir al Señor Jesucristo en la Iglesia que él fundó: La Católica. Hace unos días me inscribe en mi parroquia para tomar clases del catecismo y así poder confirmarme y hacer la primer comunión para recibir a Jesucristo en la Eucaristía. También hemos iniciado en un ministerio de Defensa de la fe (apologética) de los Misioneros de la Palabra de Dios.


Y sobre todo, mi meta es cumplir el mandamiento de Jesucristo “Id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.” (Mt. 28:19) Todo el mundo tiene que saber la verdad Completa. Y esa verdad está en la Iglesia de Jesucristo, la Católica, la cual no podrá ser vencida ni por el Hades (Infierno). (Mt 16:18) ¡A Dios sea la gloria!


Invitación a mis hermanos evangélicos.
Hermano lector, te invito a que compruebes por ti mismo lo que he dicho. Lee detenidamente los artículos que están en este sitio www.defiendetufe.org y reflexiona sobre cada punto. Busca las interpretaciones de los primeros cristianos, aquellos que siguieron a los apóstoles, la iglesia de Dios en esta tierra y comprueba que esa iglesia primitiva creía lo mismo que creemos los católicos. El cambiar a Católico no es cuestión de negar en todo lo que creíste, sino en mejorarlo llevandolo a la plenitud, creyéndole a Dios un 100%. (Leer pags. 129 a 140).


Te ruego que no me juzgues antes de comprobar la información que esta en este site. Acuérdate del verso de 1ra de Timoteo 2:15 “Procura con diligencia presentarte ante Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. Busca con sinceridad a Dios y decídete a seguirlo a donde quiera que El te guíe.


Si tienes alguna pregunta acerca de la iglesia que Cristo fundó y de su fe, la fe Católica, o si tienes alguna pregunta acerca de mi testimonio puedes comunicarte con los Misioneros de la Palabra de Dios a la dirección que encuentras en las paginas de este sitio.


Dios te bendiga y ruego por ti para que Dios te guíe siempre.
En Jesucristo nuestro Salvador y Señor,


Tu hermano y amigo, Juan Carlos

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