jueves, 7 de junio de 2012

Hoy puede ser tu día


Hoy puede ser un día especial. Si estas buscando a Dios no te quedes sentado en tu incredulidad y tu conformismo, sal a las calles y participa de la noticia que alguien muy especial ha llegado al pueblo.

Cuando llega un candidato político, sales al menos a asomarte, otros hacen gran pompa para recibirlo y gastan toneladas de dinero que se convierte luego en basura y desperdicio. También cuando alguna celebridad o un rey de algún país que viene a tu ciudad, muchos se ponen sus mejores vestidos y se acercan con la intención de saludarle. ¿Y que decir de los cantantes de rock, los DJs de moda y hasta los interpretes de música cristiana?, pues lo mismo, ahí estamos con los celulares captando las luces y buscando la manera de tomarnos una foto con el artista, lo digo porque como ustedes saben soy fan de la música electrónica y es bonito tomarte una foto del concierto para luego compartirla con tus amigos, familiares y presumirles que te la has pasado de lujo pero a veces caemos en la idolatría.
Pues bien, hoy es un día especial: El Rey del Universo sale de su sagrario y camina por las calles.
Pero para comprender como puede ser esto posible, recordemos lo que le paso al buen Zaqueo y digo buen porque a pesar de ser un hombre pecador el creía que no hacía mal a nadie, tenía éxito y había aprovechado bien las oportunidades, era un tipo común que llenaba su vida con cosas materiales pero ya sabes, eso no lo es todo. Y salió, tímidamente a asomarse, realmente no quería que Jesús lo viera, pero el si quería verlo y comprobar con sus propios ojos ¿Qué es todo eso que se rumora de Él? ¿En verdad anda haciendo milagros o es uno de tantos charlatanes religiosos como los que aparecen hoy por televisión?, la duda le quemaba por dentro, pero no quería que lo vieran en medio de toda esa chusma de fanáticos religiosos, no, se subió a un árbol para poder mirar y constatar si los enfermos sanaban y los muertos resucitaban, pues tanto ayer como hoy eso es algo escandaloso para muchos. Ocurrió pues, que Zaqueo obtuvo no lo que su razón le dictaba, sino el anhelo que su alma esperaba, la fe y luego su conversión.
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa".  Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador". Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, ahora mismo voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más". Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido". (Lucas 19, 1-10)
Recuerdo un día que estuve en uno de varios encuentros con el Padre Guadalupe Santos, me tocó hacer de acomodador y de “estorbante” como dice éste santo hombre de Dios, pero para mi, en ese momento y por varias circunstancias que me ocurrían, no parecía ser ni relevante, ni importante pero acepte la invitación pues  la humildad en el servicio me hacía falta, además del cariño con que me invitaron pensé hacer lo mejor posible, pues no soy más que ninguno de mis hermanos en la fe que organizaron el encuentro. Honestamente no estaba contento ni emocionado, pero acomodaba a los enfermos en su lugar y a los "listos" (ya saben como somos los mexicanos) que querían pasar a tomar los mejores lugares y con “autoridad” los ponía en las zonas correspondientes, esto parece ser importante, me hace sentir como tal.
Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí". «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Mateo 23, 1-12
Eres importante, importantísimo para Dios, y cuando el Padre Santos entró al auditorio con el Santísimo Sacramento yo miraba y conversaba hacía el otro lado, en ese momento (ahora entiendo) mi ángel de la guarda me hizo voltear bruscamente para que tanto mi cabeza y mis ojos se enfocaran directamente en la Eucaristía y una sobrecogedora presencia me invadió y un fortísimo aroma a nardos (María de Betania le ungió con ese perfume) me hicieron exclamar: ¡Aquí estas Señor!. Luego comenzó a llover y tuve el privilegio de tomar la sombrilla para cuidar que Su Majestad no se mojara, ahora entiendo el enorme privilegio de quienes hacen ese trabajo los jueves de Corpus Christi como hoy.
"María, pues, tomó una libra de perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies y se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume." (Jn, 12:3).
Hoy puede ser tu día pero debes ponerte en movimiento, si quieres puedes ser discreto y que nadie te vea pero no dejes de mirar, no pases de largo, míralo y encuéntrate con su mirada que te busca. Una mirada puede cambiarlo todo. Si estas pensando que Jesús te quitará tus bienes, no te preocupes, Él no quita nada y lo da todo.

Mira lo que hizo éste sacerdote en plena vía púbica