domingo, 20 de mayo de 2007

El Odio a la fe del marxismo, desató la persecusión de la Iglesia Greco Católica de Ucrania provocando un Holocausto Humano del que pocos hablan

Los ucranianos recibieron la Fe cristiana por medio de misioneros bizantinos, y sus iglesias estuvieron originalmente conectadas al Patriarcado de Constantinopla. En 988 el príncipe de Kiev, Vladimiro Sviatoslavych, proclamó la religión cristiana como religión oficial en todas las tierras del territorio ucranio. Ese mismo año, el pueblo fue bautizado a orillas del río Dnipró según el rito bizantino.

Holocausto en Ucrania


Bajo el reinado de Yaroslav el Sabio (sucesor de Vladimiro), la Iglesia de Kiev continuó su expansión: se construyeron monasterios, iglesias, escuelas, bibliotecas, se tradujeron libros del griego, etc. Yaroslav también mandó construir la gran Catedral de Santa Sofía en el año 1037, que se convirtió en el símbolo del Cristianismo Ucraniano.

Yaroslav muere en 1054, cuando se produce el cisma (ruptura eclesial) entre la Santa Sede de Roma y Constantinopla. Si bien los bizantinos rompen su comunión eclesial con la Sede de Roma, los cristianos de Kiev permanecen en unión con ella.




Luego de la muerte de Yaroslav comienza una época dificultosa para la iglesia de Kiev. Durante varios años la ciudad sufre invasiones mongoles y musulmanas que provocan la caída del estado de Kiev.

Tras la decadencia de Kiev, la fuerza vital de la Iglesia de Ucrania se traslada hacia el oeste, en dirección a los territorios del reino de Galitzia y Volinia. La Iglesia queda así protegida por los príncipes Volodymyrko, Román, Danylo, Lev, Jurij y otros.




En el siglo XV el reinado de Galitzia pasó a estar bajo la dominación de los polacos y lituanos. En 1439, el metropolita Isidoro de Kiev asistió al concilio de Florencia y acordó un acta de unión entre católicos y ortodoxos. En contra de esto, los moscovitas se negaron a unirse con Roma. Ellos pretendían que Moscú fuera otra Roma y que la Iglesia Ortodoxa Rusa fuera la Madre de todas las iglesias orientales. Las primeras víctimas de este plan de rusificación, creado por Moscú, fueron los ucranianos y los rusos blancos, quienes fueron incorporados al Patriarcado Ortodoxo de Moscú mediante la persecución, el destierro, la deportación, el hambre y el genocidio.

Durante el siglo XVI los obispos ucranios deciden buscar un apoyo oficial y la protección de Roma. Debido a que la infiltración de la propaganda ruso-ortodoxa en Ucrania era cada vez mayor, el trabajo del latinismo polaco también era enorme y, por otro lado, nacían nuevas sectas y el número de protestantes aumentaba.

Este deseo fue alcanzado en 1596, cuando toda la jerarquía eclesiástica ucraniana concluye la unión con Roma y proclaman en el sínodo de Brest la “comunión oficial” entre Kiev y Roma.

Al caer en el siglo XVIII la mayor parte de los territorios de Ucrania bajo el dominio de los zares de Moscú, éstos dieron inicio a una sistemática persecución al Cristianismo Ucranio. Solamente la parte occidental de Ucrania, con Leópolis como capital, que permaneció bajo Austria y después bajo Polonia, pudo conservar la comunión eclesial con Roma. Esta Iglesia prosperó bajo el carismático liderazgo del metropolita Andrés Sheptytsky, quién fue arzobispo de Leópolis desde 1900 a 1944.

A medida que la Rusia ortodoxa expandía su control sobre Ucrania, la unión fue gradualmente suprimida. En 1839, el zar Nicolás abolió la unión en todo el territorio ruso. De este modo, hacia finales del siglo XIX los greco católicos casi habían desaparecido.

Al comenzar la Segunda Guerra Mundial la mayor parte de Galitzia fue anexada a la Unión Soviética. La nueva administración comunista actuó decisivamente para exterminar a la Iglesia Católica de Ucrania: en abril de 1945 todos sus obispos fueron arrestados y sentenciados a trabajos forzados. El metropolita Joseph Slipyj, cabeza de la Iglesia, fue enviado a prisión en Siberia. Él fue puesto en libertad en 1963 y exiliado a Roma. En ese mismo año le fue dado el título de arzobispo mayor de los ucranianos de Leópolis, y en 1965 fue hecho cardenal. Muere en 1984.

En 1989, acercándose la caída del comunismo, a los católicos ucranianos se les concedió el derecho de registrarse ante el Gobierno. Con el apoyo de las autoridades locales, los ucranianos católicos gradualmente tomaron posesión de sus antiguas parroquias. Todo esto fue el preludio de un fuerte resurgimiento del catolicismo en la región.

En 1991 el cardenal Myroslav Iván Lubachivsky, exiliado jefe de la Iglesia Ucraniana, fue habilitado a salir de Roma y tomar residencia en Lviv. En 1992 los obispos católicos ucranianos de todo el mundo fueron convocados para un sínodo en Leópolis por primera vez en varias décadas, y ese mismo año los restos del Cardenal Joseph Slipyj fueron trasladados desde Roma a Leópolis, donde fueron sepultados cerca del metropolita Andrés Sheptytsky.

Después del re-establecimiento de esta Iglesia en Ucrania, el sínodo de obispos se reúne regularmente. El Primer Concilio General de los Ucranianos Greco-Católicos sesionó en Leópolis en octubre de 1996. Ahí, monseñor Lubomyr Húsar fue nombrado administrador de la Iglesia Ucraniana Greco-Católica, debido a la mala salud del cardenal Lubaschivsky.

En julio de 1993 se crearon cuatro diócesis nuevas. El 14 de diciembre del 2000 el cardenal Lubaschivsky muere y es nombrado como su sucesor el monseñor Lubomyr Húsar, quien es luego nombrado cardenal. En junio del 2001 el Papa Juan Pablo II realizó una visita pastoral a Ucrania por invitación del Presidente de Ucrania y los Obispos Greco-Católicos y Romanos. Los sitios principales de la visita fueron Kyiv, la capital nacional, y Lviv. En su visita a Ucrania, el Papa realizó la beatificación de 27 mártires y 3 sirvientes de Dios, y realizó la bendición de la nueva Universidad Católica Ucrania.

En la actualidad, esta Iglesia cuenta con 3240 comunidades parroquiales, 78 monasterios, 755 escuelas dominicales, 12 instituciones educativas, 2721 iglesias (y se están construyendo otras 306), 16 obispos, 1976 sacerdotes, 590 monjes, 729 monjas y 1298 seminaristas.

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