martes, 3 de mayo de 2011

La Santa Cruz de Cristo

Hoy por la mañana después de la Hora Santa en la Santa Misa, el Padre José Luís en su homilía hizo una bella reflexión sobre la Santa Cruz que me animo a compartirles, y es sobre el significado de la cruz en nuestras vidas, y es que debemos encontrar nuestra Cruz como Santa Elena para no cargar con cruces que no nos corresponden, como el caso de las mujeres cuyo marido es alcohólico y se engañan pensando que esa es la cruz que deben cargar. La cruz de Cristo es redentora y ésta no lo es. Es fijarnos bien como en la historia que ya conocen del hombre que buscaba en un almacén aquella que mas le acomodaba y termino eligiendo la misma que Dios le había dado, o como aquella otra de quien quería hacerla mas ligera acortándola, pero era esta su escalera al cielo.

La exaltación de la Santa Cruz viene de Dios Padre que se glorió en su hijo Jesucristo que nos entrego su vida entera sobre el madero, en ella hay victoria sobre la muerte y sobre el pecado, de sus benditas llagas nos viene la salud.


Cuando la plaga de serpientes que mordieron al pueblo de Israel al ser infieles a Yahveh, el mismo Dios que nos conoce se acerca al hombre para ofrecerle la cura, manda a Moisés levantar la serpiente de bronce para que al mirarla aquellos que fueron mordidos recobren la salud. Asimismo, Cristo desde la cruz nos invita a mirarlo para ser sanados del pecado con el que serpiente antigua nos envenena. Mirar la cruz es mirar a Cristo que sana el dolor que el pecado nos deja en el alma.

El dolor del pecado, es un dolor increíblemente espantoso, tener la gracia de sentirlo nos ayuda aun más en el proceso de purificación que Jesús hace con nuestras vidas. Este dolor no se compara con nada, no es un dolor físico pues no es algo que se pueda calmar con analgésicos o masaje, es un dolor que solo se va con el sacramento de la reconciliación. Cuando el pecado entra a nuestro cuerpo, poco a poco toma territorio y avanza lentamente hacia los órganos contiguos y los comienza a destruir, el huésped gradualmente va perdiendo el control de ellos, pierde la conciencia y deja de ser libre. Pero aun después de la liberación que da el sacramento, el área afectada queda adolorida hasta que llega a normalizarse, la Eucaristía sana esas heridas, con su sangre preciosa Nuestro Señor purifica y repara nuestros errores.

De una experiencia personal es la anterior reflexión, como lo es también el “dolor de la reforma” que frecuentemente experimento. Viene y se va, es un dolor en el alma, como si estuviera rota o partida, creo entenderlo así como lo narra el Dr. Scott y Kimberly Hahn en el libro “Roma Dulce Hogar”, no es algo que haya pedido sentir, pero que me ha servido para reflexionar sobre las formas de comunicarme con los hermanos que no están en comunión con la Iglesia. Me ayuda a practicar la caridad en el lenguaje, pues si fuese por mi propia condición es algo que sin duda hubiese abandonado, por el propio temperamento de mi personalidad.

Dios no nos da cruces mas grandes que no podamos cargar. A veces le digo al Señor, “Compárteles a ellos también esto, para que vean lo que se siente” y así tengamos mutua empatía y que sea el amor el que triunfe y no el rencor.

Cuando me siento triste, descuelgo el crucifijo de mi cama y lo abrazo y he podido sentir que Jesús me abraza, las cosas no cambian de momento pero da paz y gozo de levantarse y seguir adelante con la vida. Mirar a Cristo en el Santisimo Sacramento ilumina mi vida y le da un nuevo sentido.

Me parece conveniente compartir este video donde Jeff Cavins y Raymond Arroyo visitan tierra Santa y nos muestran los restos de la cruz de olivo de Cristo que aun se conservan.

Fragmento del documental "La Ruta del Mesias" producido por EWTN en Tierra Santa

…Había un reglamento que decía que después de 23 crucifixiones debían deshacerse de ese tronco…

Feliz día a todos los trabajadores de la construcción por ser su día, día de la Santa Cruz.

Referencias
Los católicos y las imágenes
Exaltación de la Santa Cruz
Mito 13. La adoración de la cruz, de imágenes y de reliquias fue autorizada en 788 A.D.