Publicado en el periódico "Iglesias y Sectas Internacional" del Padre Flaviano Amatulli Valente.
Mi nombre es
Alma Delia Ortega Martínez, tengo 30 años de edad y nací en la ciudad de Oaxaca de Juárez en el estado mexicano de Oaxaca. De niña fui bautizada en la Iglesia Católica y permanecí en ella hasta la edad de nueve años, momento en el cual mi mamá empezó a recibir la visita de los Testigos de Jehová e inició un estudio bíblico con ellos.
Durante mi permanencia dentro de la Iglesia Católica mi familia y yo
fuimos miembros pasivos, ya que solo asistíamos a algunas celebraciones con motivo de las fiestas patronales o cuando se trataba de un bautizo, quince años, entre otras.
Ingreso a los Testigos de JehováDurante los años de 1986 a 1992 recibimos estudio bíblico y nos asociamos con ellos en las reuniones sin que nadie de mi familia se hiciera aún testigos de Jehová. Dentro de mi familia fuí la primera a la que se le autorizó como publicadora "no bautizada" alrededor de 1993. Finalmente el 21 de mayo de 1994 me bautizaron como Testigo de Jehová.
Mi vida cambió totalmente, pues las actividades seglares, la preparación para las reuniones y la asistencia regular a ellas absorbía todo mi tiempo. A pesar de que tienes la oportunidad de tener amistades dentro de las congregaciones o diferentes salones del reino, te limitas a actividades que no tengan que ver con la religión.
Durante el tiempo que estuve activa como testigo de Jehová, tuve algunos privilegios, tales como ser precursora auxiliar -dedicando 60 horas mensuales a la predicación-, lectora del estudio bíblico de congregación y auxiliar del departamento de limpieza, además de la predicación de casa en casa y de la conducción de estudios bíblicos, actividades que debe desarrollar todo testigo de Jehová y del cual se entrega un informe detallado cada mes.
Asimismo, durante ese periodo me prohibieron la lectura de documentos que no fueran de la Watchtower, ya que erróneamente consideran que la "
Watchtower Society", "la entidad jurídica de los testigos de Jehová", es la única inspirada por el Espíritu Santo y se me enseño a creer ciegamente sin poder realizar cuestionamiento alguno.
Expulsada de la congregaciónAl tener que trabajar con gente del mundo (como llaman ellos a quienes no son testigos de Jehová), se van teniendo amistades que no son miembros de la organización. Fué así como en el año de 2001 me hice novia de un católico, creyendo que con el tiempo podría llegar a
"convertirlo" a mi religión.
Después de un tiempo de relación platicamos sobre la posibilidad de casarnos; sin embargo, antes de hacerlo, quedé embarazada a finales de 2003. Al respecto, hablé con los ancianos de la congregación de los testigos de Jehová para informarles lo sucedido. Ellos me dijeron que debería someterme a un "comité judicial". En los siguientes días tuve complicaciones con mi embarazo y fue necesario practicarme un legrado pues el producto-embrión no mostraba signos de vida.
Durante los días en que me encontraba en el hospital fui visitada por algunos miembros de la congregación de los testigos para persuadirme que firmara la "Directriz Médica"
para no recibir sangre, pues ésta se renueva cada año, mientras en la sala de espera empezó una batalla entre mi familia y el que ahora es mi esposo, debido a la posición de mis familiares e integrantes de la congregación (testigos).
Sin embargo, tomé la decisión de
no firmar ningún documento e ingresé a quirófano para que me realizaran el tratamiento correspondiente. Posteriormente me dieron de alta y permanecí algunos días en casa de mi madre para recuperarme totalmente.
A pesar del dolor que me embargaba por la pérdida de mi bebe, empecé a asistir nuevamente a las reuniones y los ancianos me notificaron que sería llamada al "comité judicial"; durante éste proceso exprese mi arrepentimiento por la falta cometida; sin embargo les manifesté que me casaría con mi novio.
Después de analizar mi situación me informaron que tenía que
desistir de mi idea de casarme para mostrar que estaba realmente arrepentida, pero como permanecí firme en mi decisión, finalmente fuí expulsada en febrero del 2004, después de nueve años nueve meses de ser testigo de Jehová.
Al principio fue muy doloroso, me encontraba deprimida por sentirme sola, aún cuando estaba con mi familia. Los meses siguientes antes de casarme discutía con mi mamá por mi decisión y situación en que me encontraba. Sin embargo me casé por lo civil en abril de ese mismo año.
Comienzo en la Iglesia Católica
Al cabo de unos meses mi suegra comenzó a hablarme de lo erróneo de las creencias de los Testigos de Jehová y trataba de explicarme sobre las enseñanzas de los Testigos de Jehová. Después de más de tres años de casada por lo civil, acepté ser visitada, aunque con cierto recelo, por los miembros del grupo
"Apóstoles de la Palabra", con quienes he conversado sobre lo que yo creía como la verdad y me han mostrado lo equivocado que estaba.

He recibido la preparación para la primera comunión y para la confirmación, con el firme propósito de casarme por la Iglesia Católica y recibir la bendición y el amor de Dios en mi matrimonio.

Agradezco a mi esposo y a mi suegra por no haber desistido en su empeño para que yo encontrára la verdad. Pero sobre todo
agradezco a Dios por haberme llamado y le ruego a Él con todo mi corazón para que me dé su bendición y el valor de ayudar a mi familia, pues ellos son
aún testigos de Jehová activos.