miércoles, 1 de febrero de 2012

El sueño de Dios es a colores

Como ingeniero de PEMEX, una vida por delante y con mucho trabajo, un día comienza a recordar esa ocasión en que de niño el sacerdote no llegó a tiempo para celebrar la Santa Misa y atrevidamente le dijo a sus amigos "Pues yo me voy a subir a dar misa" y pensó en ponerse aquellos "trapos", es decir, las vestiduras de la liturgia. Los sueños continuaron por mucho tiempo pero aquel en particular se repetía; los psicólogos dicen que los sueños son en blanco y negro pero yo recuerdo perfectamente el verde de la casulla que se utiliza en los domingos y fiestas del Tiempo Ordinario, cuenta el ahora Padre Jesús Pizaña de la Parroquia de Durango en Zimapán, Hgo.

Luego de recorrer el camino vocacional y el seminario, el Padre Chuy nos cuenta las vicisitudes con las que se enfrentó, pero a Dios gracias este 28 de enero pasado ya cumplió su décimo aniversario como apóstol del Señor.

Cuando se celebra un año de sacerdocio, no es como celebrar otra profesión, es celebrar el don de Dios en medio nuestro. Gracias Señor por la vida de mi amigo el Padre Chuy.


Bendecido el lugar con la presencia del Señor y de diversas comunidades de la Diócesis de Tula que acudieron hasta ese lugar a felicitarle.

Diversos movimientos como el de Pandillas de la Amistad, Cáritas, Alcohólicos Anónimos y muchos laicos testimoniaron con alegría la experiencia de contar con el Padre Chuy.



Decorado con globos y amenizado con mariachi, se celebró la Eucaristía.

Los hermanos de la comunidad agradecieron a Dios en la Santa Misa y luego compartieron los alimentos.


Padre Jesús Pizaña: Testimonio del llamado al sacerdocio 
"...En un flashazo se me dijo: Sigue adelante..."

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