
En un mundo en que la
Escena de la Navidad ha sido reemplazada por
otros signos frutos de otras creencias, es importante hacer una reflexión del verdadero sentido de la navidad para recordar como Dios mismo se hizo uno entre nosotros en la persona del
Niño Jesús y para ello
Marino Restrepo nos hace entrar en la mística del pesebre para recordarnos de donde venimos y hacia donde vamos, invitandonos a conocerlo ésta Navidad. Las imagenes del Niño Dios son para recordarnos que cerca nuestro hay un niño que nos necesita y que quizá esté sufriendo por su fragilidad e indefensión, tan fragil como el Pan Eucarístico y tan expuesto como en la Adoración Eucarística.
La Gloria Eterna es un Niño